Concepciones y prácticas evaluativas en los estudiantes de la I.E Palestina a la luz de la teoría de la personalización liberadora Descontruir para liberar

Abstract

En la Institución se evidencia que la evaluación se usa como practica de poder, cuando acallamos las necesidades de los estudiantes, imponiendo nuestra programación curricular y el tiempo del que debemos dar cuenta para el desarrollo de esta, sin preocuparnos de qué es lo que ellos quieren saber, porque estamos convencidos que no importa lo que ellos quieran sino que estén preparados para el futuro, desconociendo el ahora el cual también compete a su familia y ellos mismos pero cuando no se sabe que es lo se quiere, viene las incertidumbres. Es responsabilidad de la Institución, adoptar pautas en lo posible estandarizadas de la evaluación, claro está mediada con los participación de educandos y padres de familia, donde el fin principal no sea que ellos aprueben el año, sino que se sientan a gusto con lo que van a aprender y aprecien lo importante que será en su proceso educativo. Que no sea un chantaje para su formación como ser social, sino que sea parte de su autoformación y autorregulación, para su crecimiento emocional y social, y que no se le castigue con la nota, por cómo se visten, se sientan, se peinan, por mascar chicle o expresan, sino que se vean liberados de la presión que la evaluación ejerce sobre su desarrollo personal Situación esta que debe de llevar al docente y al padre de familia a hacerse una autoevaluación para reorientar su actuación en la búsqueda de mejorar los procesos para que alcancen los desempeños establecidos y al final de cada año, validar su trabajo, y no deformar el concepto de formación, con oportunidades como la de hacer un cartel, pintar un baño o dar una cuota para un trabajo como pago de esa nota o desempeño que no ha alcanzado.